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Nos ha llegado este testimonio de una mamá bloggera, «La Vaka ke ríe», creadora del blog «Colgando en tu teta».

En este enlace, nos cuenta cómo se sintió incomodada por darle el pecho a su hija en un centro comercial. Empleado y guarda de seguridad le insistieron en usar una sala de lactancia para ello. ¿Por qué se empeñan en escondernos para hacer algo tan bonito y natural como alimentar a tu hijo? ¿Acaso ellos comen en el baño? !Nuestros hijos tampoco!

¿Quieres que mi mamá me alimente aquí?

Campaña Australiana sobre lactancia en público.

 

Nuestra amiga nos cuenta su historia:

Durante mis vacaciones y tras el viaje decidimos un día ir a pasar el día fuera y hacer unas cuantas compras.

Estábamos en un centro comercial después de comer y mi marido dijo que iba al baño. Yo entré con él en los pasillos que llevan a los aseos y me senté en unos banquitos de madera que había allí. En eso que mi hija me dijo teta, teta.

Yo normalmente si tengo una sala de lactancia cerca suelo usarla porque soy muy vergonzosa y me da apuro mostrar el pecho en público aunque cada vez menos y porque mi hija se distrae menos.
Por no esperar a que saliera mi marido y considerar que el sitio era bastante íntimo decidí darle el pecho allí mismo.
Al ratito mi marido salió y se sentó junto a nosotras.

De repente pasó un trabajador del centro por delante de nosotros, me miró y me dijo oye, te informo de que justo aquí al volver tienes una sala de lactancia para dar el pecho. Yo le dije sí gracias ya lo sé pero aquí estoy bien. El chico se extrañó un poco, sonrió y se fue.

Me desconcertó un poco pero no me lo tomé a mal porque consideré que simplemente me estaba informando por si no conocía su existencia.

Pero no habían pasado ni dos minutos y el guardia de seguridad se nos acerca y me dice, disculpe señora pero ahí a mano derecha tiene usted una sala de lactancia. Se lo digo porque estará usted más tranquila.

Yo pensaba ¿tranquila? Pero si cada dos por tres llaman a la puerta para calentar un biberón o cambiar un pañal. Miré al señor y le contesté. No gracias aquí estoy más cómoda. El hombre me miró con cara de muy pocos amigos y me volvió a insistir y yo le volví a decir que estaba mejor ahí. Se fue y ya no insistió más. Pero si me hubiera hecho marcharme de allí seguro que hubiera puesto una queja.

¿Por qué le molestará tanto a la gente que demos el pecho en público?

Mi pregunta es si realmente me hubieran dicho lo de la sala de lactancia si en vez de pecho estuviera dándole un biberón. De hecho esas madres que interrumpen la lactancia de mi hija mientras estamos en la sala para calentar biberones no las veo sentarse en el sillón a dárselo para estar más tranquilas o cómodas.

Dar el pecho socialmente se ve más como un acto de exhibicionismo que no como lo que es el acto natural de alimentar a un bebé que lo necesita, un bebé que debe tomar pecho a demanda, en cualquier momento y en cualquier lugar.
Las salas de lactancia en mi opinión deben existir, incluso yo considero que debería haber una en cualquier sitio público pero no creo que deban ser de uso obligatorio sino opcionales.

Recuerdo que cuando mi niña era recién nacida salía a pasear y cuando lloraba porque quería mamar me iba corriendo a casa a darle el pecho con los consiguientes lloros durante el trayecto de vuelta.

Hoy me arrepiento mucho de ello, podía haberle ahorrado muchos sufrimientos simplemente sentándome en un banco a darle lo que necesitaba.

Cuando no se permite a una madre dar el pecho en público en ningún momento se está pensando en las necesidades del bebé. Esa es la mentalidad que debemos de cambiar.

Parece mentira que hace unos años imágenes como la que pongo abajo fueran totalmente normales y hoy se considere algo escandaloso.

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