Hoy, la que escribe este pequeño artículo, lo hace un poco más indignada, enfadada, triste y avergonzada de lo habitual al enteramos de un nuevo caso de discriminación a una madre lactante.
El caso que os tenemos que contar ha ocurrido en Salamanca, mi ciudad, y la madre que ha tenido que vivir un hecho tan desagradable es una amiga, una amiga importante, de esas que haces en uno de los momentos que más marcan tu vida, un amiga de maternidad.
Hace ya un mes, una noche revisando el Facebook, vi este mensaje:
No puedo ni explicaros lo que senti en ese momento, un escalofrío recorrió mi cuerpo, no podía ser, otro caso más y ahora me tocaba aún más de cerca. Inmediatamente escribí a mis compañeras de Lactancia en Libertad, y a mi amiga para brindarle todo mi apoyo personal y por supuesto todos los medios de los que como asociación disponemos.
Conociendo de primera mano el caso, y conociendo como conozco a la madre afectada, sé que no terminó expulsada por ser como es ella, una mujer fuerte, echada para adelante, que no se calla ante una injusticia, informada, y además, por suerte estaba acompañada de una amiga que pudo darle un poco de apoyo moral, porque queridas madres, aunque seamos las más informadas, y valientes del mundo, ante un desplante así, te sientes tan menospreciada que a veces no sabes reaccionar.
Como han sido fechas de fiesta y de celebración, ha dejado pasar unos días, pero por supuesto que ha ido a poner una queja formal por lo ocurrido:
El Viernes 13 de Diciembre, mientras acompañaba a mi hijo de 4 años y a otro niño en el espectáculo de magia en la sala de lectura, mi bebé de 1 año necesitó ser amamantada. La amamanté durante el evento. Se me acercó una agente de seguridad que me indicó que existía una sala para tal situación en la planta baja. Le agradecí la información y le indiqué que no la necesitaba, y que además estaba con otros 2 niños. Insistió, me dijoque ella no ponía las normas, y siguió inisntiendo, hasta que otra mujer le dijo que las salas de lactancia son de uso voluntario, no obligatorio. Todavía insistió en que debía bajar. En ese punto le indiqué que por ley no podía echarme. Entonces cambió de discurso y nos dijo que solo nos estaba informando. Este hecho me parece bastante grave, amamantar no pone en riesgo los libros. Solicito una aclaración del mismo, pues opino que toda mujer y todo bebé tienen derecho a amamantar y ser amamantados donde y cuantas veces lo necesiten.
Lo ocurrido no puede quedar en el olvido, no es un lugar cualquiera, es un centro municipal, y si eso es una norma, tiene que cambiar, si no lo es y es sólo una mala interpretación del personal de seguridad, habrá que dejar claro que esto es un hecho muy grave que nunca tenía que haber ocurrido.
Si no quieres que casos como este sigan ocurriendo, necesitamos una ley a nivel nacional que protega la lactancia en público y los derechos del niño. Apóyanos con tu firma
También puedes ayudarnos si os hacéis soci@s de la Asociación, para que podamos seguir organizando eventos en contra de la represión de la Lactancia en público y para que participes es nuestros grupos de trabajo. Anímate.
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